Actividades

La Escuela de Hostelería de Galdakao ha organizado una emocionante actividad dirigida a su alumnado de primero, en la que participaron un total de 24 personas, este mes de diciembre. Durante tres días, los participantes tuvieron la oportunidad de sumergirse en la naturaleza, pernoctando en el refugio que la Federación de Montaña de Bizkaia tiene en las campas de Arraba y así poder conocer de primera mano las  diferentes iniciativas emprendedoras que se realizan en el Parque Natural de Gorbeia.

 A lo largo de los siglos, Gorbeia ha sido testigo de un aprovechamiento singular de los recursos naturales, dando lugar a un patrimonio etnográfico excepcional que abarca desde antiguos asentamientos hasta actividades de diversas épocas. Se pueden encontrar una amplia variedad de elementos relacionados con la vida pastoril, como chozas, corrales, establos, así como refugios, fuentes, neveros, brezales, carboneras, hornos de cal, y monumentos megalíticos, entre otros. 

Es por ésto que el programa de la salida fue intenso y enriquecedor, había mucho que explorar y conocer.

 El primer día, se llevó a cabo la subida desde Pagomakurre hasta la cima del Ipergorta, (1235 m), desde donde  se disfrutó de una vista espectacular del monte Gorbeia. Además, después de una comida reparadora en el refugio, con producto de km 0 de productores locales, las personas participantes  tomaron parte en una charla a cargo de Aitor Azkueta, conocido productor de queso Idiazabal de la zona.

Aitor compartió su experiencia personal y profesional con el alumnado, revelando cómo decidió dar un giro a la actividad tradicional de su familia en el caserío Olarreko, ubicado en Zeberio. El espíritu emprendedor de Aitor le sumergió en el mundo de la elaboración de queso, realizando un curso en la Escuela de Pastores de Arantzazu.

En la actualidad, Aitor cuenta con un importante rebaño de ovejas y se dedica entre otras tareas en el caserío a producir queso Idiazabal, que vende directamente en diversos mercados locales (Gernika, Bilbao…). Su historia inspiradora y su compromiso con esta labor fueron compartidos con los allí presentes, quienes tuvieron la oportunidad de conocer el uso que se da a las campas de Arraba, como pasto para su rebaño en primavera y verano,  y el impacto que tienen sus ovejas en el mantenimiento del ecosistema.  Como una imagen vale más que mil palabras,  para finalizar se realizó una cata de su queso Idiazabal.

El segundo día estuvo lleno de descubrimientos y enseñanzas. Dirigidos por Joseba, guarda del refugio y experto guía de montaña, atravesando su puerta de entrada, el ojo Axular,  los participantes exploraron Itxina.

Joseba, gran conocedor del área, compartió con el grupo la rica historia del lugar, detallando los diversos oficios tradicionales que se desarrollaban en la zona. La visita a la cabaña del pastor del Gorbeia brindó a los estudiantes una visión única de las condiciones de vida y trabajo en este entorno montañoso. Además, la parada en Neberabarri proporcionó una comprensión más profunda de su relevancia como proveedor de hielo para Bilbao en tiempos pasados cuando no había sistemas de refrigeración industriales para la conservación de alimentos.

El día concluyó con una sesión de visualización de material geológico en el refugio, donde se exploró el fascinante origen de Itxina.¿Sabías que hace cientos de millones de años, era una arrecife de coral?.

Además, Joseba compartió con el grupo su experiencia personal como emprendedor al frente del refugio, destacando tanto las ventajas como los desafíos de gestionar un negocio en este entorno único.

El tercer y último día de la excursión resultó igualmente emocionante. Con el madrugón correspondiente,  el grupo se aventuró a conquistar la cumbre del Gorbeia, (1482 m) cerrando así tres jornadas de exploración, naturaleza y aprendizaje. Al regresar a Pagomakurre, el grupo se sintió satisfecho por haber vivido inolvidables experiencias, superando desafíos y explorando el espíritu emprendedor que caracteriza a esta región montañosa.

Tanto el alumnado como el profesorado disfrutaron plenamente de esta actividad enriquecedora, que les permitió conectar con la naturaleza y aprender de la mano de expertos emprendedores locales, gracias al apoyo de los fondos Next Generation.